Depuración de mariscos.

Depuración de mariscos.

Los sistemas de depuración son de contrastada eficacia tanto por su tecnología de funcionamiento como por los sistemas de control desarrollados. Garantizan la esterilización del agua que se va usar para la depuración del molusco. Se trata de sistemas que presentan la gran ventaja de no requerir productos químicos. Estos sistemas consiguen no modificar ni el color ni el sabor.

El sistema de depuración requiere un agua limpia que permita la eliminación de toxinas y microorganismos de los productos instalados en la depuradora. Este proceso funciona de la siguiente forma. El agua de mar se toma de las piscinas de abastecimiento. Mediante unas bombas ésta se hace pasar por un sistema de filtros. Una vez ha pasado la primera fase de retención de partículas, el agua pasa por las lámparas de luz ultravioleta que actúan eliminando microorganismos. Posteriormente pasan por intercambiadores de temperatura que permiten mantener una temperatura adecuada para los productos. La última fase que se registra del proceso de depuración es el paso del agua por los inyectores de ozono. El ozono es un agente oxidante muy potente que no solo actúa sobre los microorganismos, sino que también lo hace sobre determinados metales pesados y algunas toxinas.

Esta agua depurada es la que se dirige hacia las cajas de estabulación (los llamados «bins» de los productos a depurar). Una vez ha pasado por los «bins» el agua se recoge en piscinas que la dirigen hacia los depósitos de abastecimiento para reiniciar de nuevo el circuito.

Fuente EROSKI CONSUMER